Lic. Gustavo López - Asesor de la Fundación Producir Conservando

Un ajustado esquema de oferta y demanda mundial de los principales granos para el ciclo 2021/22 se reflejó en el mercado local con cotizaciones firmes a cosecha, donde se proyecta, de registrarse un clima favorable, un ciclo récord en materia de producción y exportaciones.
MARCO INTERNACIONAL
El ciclo granario 2021/22 se caracteriza en términos generales por la recuperación de la oferta mundial de la mayoría de los commodities, y un nivel de demanda muy firme que, a pesar de la leve recomposición de las existencias finales, permite inferir precios sostenidos a lo largo del año.

Entre los tres principales granos, se destaca el maíz, donde el crecimiento relativo de la producción respecto del ciclo anterior alcanzo el 7.4%, con una mejora en el comercio mundial de este forrajero del 13.5%.
Estos valores se fundamentan en la mejora en la producción de los Estados Unidos, donde el área bajo cultivo se expandió en forma significativa, y por una nueva apuesta de rendimientos récord en Sudamérica, tanto para Brasil como Argentina, luego de un ciclo de oferta mediocre debido a las condiciones climáticas que limitaron el desarrollo de los cultivos.
En cuanto al intercambio global, se observa un permanente crecimiento en la demanda de los países asiáticos, incluyendo a China quien se consolidó en pocos años como el principal comprador mundial. También, se destaca en ese marco Sudamérica (Perú, Chile. etc.) y el norte de África.
En soja el crecimiento de la oferta mundial creció entre ciclos en torno al 5.4%, impulsado por los Estados Unidos, y en especial por el “tándem” Brasil -Argentina donde se prevé una producción conjunta de más de 195 mill/ton, es decir la mitad de las disponibilidades mundiales. Una vez mas es China, el principal comprador, explicando el 60% del comercio mundial de poroto.
Finalmente, en trigo, los números son mas ajustados, creciendo la demanda a un ritmo mayor que la oferta, por lo cual se registra una liquidación de existencias de mas de 11 millones de toneladas, lo cual se traduce en muy buenos precios para este cereal.
Recordemos que, las cosechas en Estados Unidos y Canadá, al igual que en Rusia, se vieron muy afectadas por un clima poco favorable, que redujo las proyecciones originales. Ello permitió un alza inesperada en los precios del trigo, que en términos generales se ubican según su procedencia en valores FOB de entre 310 (Argentina) y 360 (Canadá) dólares por tonelada.
MARCO LOCAL
Las proyecciones de oferta y demanda de granos en Argentina correspondientes al ciclo 2021/22 se presentan muy optimistas, con expectativas de alcanzar volúmenes récord, de darse condiciones climáticas que permitan alcanzar los rendimientos esperados.
En cuanto al área de siembra, se consolida una mejora global del 2% respecto del ciclo anterior, destacándose el avance en los granos forrajeros, en especial en maíz donde se alcanzaría 7.1 mill/has, sin considerar las siembras destinadas a pastoreo, nivel que solo fue superado en el ciclo 1939/40. De esta forma se observa un sostenido crecimiento de la superficie por octavo año consecutivo de este grano, desplazando en cierta medida a su principal competidor: la soja

De esta forma se equilibra aun mas el mix de siembra entre cereales y oleaginosas, con un 53% de la superficie dedicada a estos últimos, lo cual permite un desarrollo más sustentable del sistema productivo. Recordemos, que hacia mediados de la década anterior ese porcentaje alcanzaba el 68%, coincidente con una masiva siembra de soja que superaba 20.5 mill/has.
Con relación a la producción, se prevé un nuevo récord con una previsión final de 145 mill/ton, superando el anterior del ciclo 2018/19 de 142.2 mill/ton. En tal sentido cabe reiterar la necesidad de contar con un clima favorable para su logro.
Existen diferencia entre los climatólogos, sobre la ocurrencia o no de un evento Niña, que podría prolongar la falta de precipitaciones y los altos registros de temperatura que se observan en la actualidad, e impiden un mayor ritmo en la implantación de la cosecha gruesa. Muchos de ellos opinan que, si bien no están dadas las condiciones para confirmar dicho evento, es factible que las lluvias no tengan la homogeneidad necesaria para adecuado desarrollo de los cultivos.
Ahora bien, de estabilizarse el clima a lo largo del año, es factible se concrete un nuevo récord en cuanto al trigo y maíz se refiere, con la posibilidad de alcanzar 20.5 mill/ton y 58 mill/ton respectivamente. De esta forma el maíz se consolida, por volumen, en el principal producto del complejo granario.

De alcanzarse estos niveles de producción, y satisfechos los requerimientos del consumo interno, podría lograrse también un nuevo récord en cuanto a la exportación total de los granos y derivados de la industrialización de los mismos (harinas, aceites, biocombustibles, etc.) del orden de 104 millones de toneladas.
En el marco actual de los precios internacionales, con una media similar al ciclo pasado de 390 dol/ton, aunque bastante inferior a los registrados a inicios de la década anterior de 430/460 dol/ton, los ingresos por exportación del complejo superarían 40 mil millones de dólares, 3 mil millones por encima del ciclo 2020/21.
Considerando el actual régimen de aranceles de exportación, los ingresos fiscales relacionados solo a las retenciones, alcanzarían el segundo mejor registro histórico con 9 mill millones de dólares, en relación a 9.3 mil mil/dol del ciclo 2010/11 donde la estructura arancelaria era mayor.

Si el análisis se extendiera a los últimos 20 años, podríamos concluir que Argentina exporto productos del complejo granario (materia primas y elaborados en su primer proceso) por mas de 1.500 millones de toneladas, lo cual con un precio FOB medio de 333 dol/ton, permitió generar divisas por ese concepto de mas de 506 mil millones de dólares, valor superior a un PBI argentino; e ingresar al fisco en materia de derechos de exportación, sin considerar las transferencias comerciales hacia otros sectores e incluso al propio Estado por limitaciones en el normal flujo de comercio (cupos, cierres de exportaciones, etc.) de 120 mil millones de dólares, lo cual marca una tasa implícita de 23.6% como gravamen medio a esta actividad.
Solo resta agregar el sinnúmero de mejoras que podrían haberse realizado, si solo un 10%, 12 mil millones de dólares, hubiesen retornado al sector, en materia de infraestructura básica, para la movilización, acondicionamiento, transformación y logística en la cadena granaria (rutas, puentes, FFCC, plantas de almacenaje, industrias etc.). Una verdadera lástima que hayamos perdido la oportunidad de mejorar infraestructura que no solo la aprovecharía el sector granario sino el País en su conjunto.

TRIGO
El ciclo triguero próximo a iniciar su cosecha, podría constituirse en el mayor de la historia en cuanto a su producción y por ende su saldo exportable. De mediar un clima favorable en la etapa final del desarrollo del cultivo es esperable rendimientos levemente por encima de los 3.000 kg/ha, que en el marco de la expansión de la superficie sembrada a 6.6 mill/has, arrojaría un volumen final de alrededor de 20.5 mill/ton.
Ello permitiría disponer, descontado los consumos internos para molienda y uso de semilla, de un volumen de 13.5 mill/ton, de las cuales en la actualidad ya han vendido los productores el 67% de las mismas, con un nivel de declaraciones juradas de ventas al exterior que supera los 9 mill/ton.
Este febril ritmo de operaciones, se vio incentivado en las ultimas semanas por precios internos a cosecha (dic-ene) muy atractivos que rondaron los 240/250 dol/ton, vs. valores a igual fecha del ciclo anterior que oscilaban en torno a 215 dol/ton.
Sin duda, la escases de oferta del hemisferio norte, llevo a que las cotizaciones de este cereal continuaran en niveles muy sostenidos, lo cual sumado a la posibilidad de restricciones en la normal operatoria por parte de las autoridades, a fin de asegurar un abastecimiento futuro de este grano, tal como se observa en el cierre del presente ciclo, llevo a que los productores anticiparan sus operaciones, alcanzando un récord en sus ventas “forward”.
No obstante, los precios para entregas mas diferidas para mediados del próximo año continúan muy firmes rondando los 255/258 dol/ton. Las primeras indicaciones para el ciclo 2022/23 para la mercadería con entrega diciembre 2022 se ubican en 218 dol/ton.

MAIZ
Ya finalizando la siembra de las variedades tempranas, avanza la implantación de una superficie muy importante de maíz, que podría superar las 7.0 millones de hectáreas, a pesar de un fuerte incremento en los costos (arrendamientos, fertilizantes, fitosanitarios, transporte, etc.)
Ello permitiría, de darse condiciones favorables para alcanzar las 8 ton/ha de promedio, alcanzar un nuevo hito en la producción de este forrajero con 58 mill/ton, duplicando así el promedio de lo recolectado hacia mediados de la década anterior.
Los excelentes precios a cosecha y la mejor rentabilidad relativa a la soja, dio un fuerte incentivo a la siembra masiva de este grano. En tal sentido la relación de equilibrio entre ambos que en promedio de los últimos 20 años se ubicó en torno a 1.9 a 1.0 considerando los precios internos de la soja y el maíz, se vio alterada en este ciclo en 1.6 a 1.0, lo cual implica una mejora relevante para el maíz.
Este ratio que se viene reiterando en los últimos ciclos, se explica por el diferencial arancelario entre estos granos. El derecho de exportación de soja en la actualidad es de 33% sobre el valor FOB, en tanto que el de maíz es de solo 12%, cuando una década atrás dichos gravámenes se ubicaban en 35% y 23% respectivamente.
De consolidarse las previsiones de producción, y considerando un nivel levemente mayor en los consumos directos, el saldo exportable podría rondar los 40 mill/ton.
Lo llamativo al igual que en trigo, es el ritmo de ventas “forward” a la fecha, que representan mas del 20% del total a embarcar desde marzo próximo.

Sin duda los precios a cosecha y el temor de la intervención del Estado en el mercado, como se observa en la actualidad, con limitaciones en la aprobación de nuevas licencias para exportar, hizo que se incrementaran rápidamente las ventas a cosecha.
En tal sentido se diferencian las cotizaciones según la fecha de entrega, mientras las posiciones mas tempranas de marzo/abril fluctúan en torno a los 200 dol/ton, las diferidas de julio en adelante, coincidente con la competencia de la “zafrinha” brasileña destinada a la exportación, presentan una “prima negativa” de cerca de 20 dol/ton es decir entre 181/183 dol/ton.
SOJA
La superficie sembrada con este oleaginoso se reduciría una vez más, como consecuencia de la competencia que hoy ofrece el maíz. No obstante, se espera una mejora en la producción final respecto del año anterior, debido a las malas condiciones en que se desarrollaron los cultivos.
Considerando rendimientos medios del orden de 2.9 ton/has, la producción final rondaría las 50 mill/ton, con una oferta final cercana a las 60 mill/ton si se le adicionan los altos stocks iniciales y las importaciones temporarias de origen paraguayo.
En ese marco es factible que 6.5 mill/ton tengan por destino la exportación como materia prima y 43.5 mill/ton se orienten al procesamiento local con destino final tanto como harina y aceite a un cumulo de países, manteniendo así el liderazgo de nuestro país en ambos mercados.
A diferencia del resto de los granos, en soja la comercialización de la mercadería 2021/22 es marginal, centrándose básicamente en los requerimientos del ciclo actual.
A pesar de las mejoras previstas en materia de industrialización, la capacidad instalada de procesamiento en Argentina excede ampliamente las expectativas, por lo cual no se descarta un año mas con ociosidad del orden del 35%. Ello explica, que luego de una fuerte expansión de la industria oleaginosa registrada en la primera década del nuevo siglo, la misma no presente, ni se proyecten nuevas ampliaciones.

Al igual que en trigo y maíz, los precios de la soja siguen muy firmes, con una mejora notable en los precios entre ciclos tanto para la mercadería de entrega inmediata que se negocia por encima de los 350 dol/ton, como en la de entrega diferida a cosecha con valores en torno a 320 dol/ton.
La demanda mundial de poroto y especialmente de aceite de soja, permite darles sostén a los precios del complejo. Las mermas en la producción de colza en Canadá y una oferta restringida de aceite de palma en Indonesia y Malasia, principales sustitutos del aceite de soja, influyeron positivamente en las cotizaciones.
Ello se da en un contexto de incremento generalizado de las compras de alimentos en esta etapa de post – pandemia, a pesar de la fortaleza del dólar que encarece relativamente los mismos.
CONCLUSIONES
Si bien la oferta mundial de los comodities creció, la dinámica de la demanda permite precios internacionales sostenidos.
Ello impacta en los mercados locales, con expansión del área de trigo y forrajeros y una nueva caída de la soja, que no obstante permite inferir una cosecha global 2021/22 récord.
Estas mejoras en la superficie implantada se da no obstante en un marco de crecientes costos de implantación y comercialización.
El incremento esperado de los saldos exportables, sumado a los buenos precios puede traducirse en un ingreso de divisas también récord y una recaudación fiscal por retenciones de las más altas.
El gran interrogante es el comportamiento del clima a lo largo del ciclo. Si bien algunos especialistas descartan un nuevo evento Niña, preocupa el menor nivel de precipitaciones y las altas temperaturas, que pueden conspirar en lograr las previsiones citadas.
A ello se suma la política agrícola en materia de aranceles de exportación y a la probable intervención oficial en ciertos productos, a fin de asegurar la “mesa de los argentinos”.
Esta incertidumbre se refleja en el ritmo de ventas anticipadas, que en trigo y maíz alcanza volúmenes máximos.